Lección 49. La Voz de Dios me habla durante todo el día. REFLEXIÓN

 Lección 49. La Voz de Dios me habla durante todo el día.

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Esta lección nos invita a reconocer que la comunicación con lo Divino no es algo externo o separado de nosotros, sino nuestro estado natural de ser. Es fascinante cómo describe dos niveles de consciencia: uno superficial y agitado (el ego) y otro profundo y sereno (nuestro verdadero Ser). La práctica no busca crear algo nuevo, sino remover los obstáculos que nos impiden reconocer lo que ya está presente.


PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR:

1. ¿Qué "voces" compiten habitualmente con la Voz de Dios en mi mente?

2. ¿En qué momentos del día siento más paz y conexión con mi ser interior?

3. ¿Qué significa para mí "mi verdadero hogar"?

4. ¿Cómo puedo distinguir entre la voz del ego y la Voz de Dios?


ORACIÓN:

"Padre Divino, ayúdame a aquietar mi mente para escuchar Tu voz. En medio del ruido del mundo, guíame hacia ese espacio de paz donde Tu presencia se hace clara. Que pueda recordar durante todo el día que Tu voz me habla constantemente, y dame la sabiduría para reconocerla. Amén."


La comunicación con Dios no requiere esfuerzo, sino disposición al silencio y reconocimiento. No es tanto un hacer como un permitir, no es tanto buscar como reconocer lo que ya está presente.


PUNTOS A CONSIDERAR Y REFLEXIONAR:

1. La importancia del silencio como puerta hacia la consciencia divina

2. La diferencia entre la paz verdadera y la simple ausencia de ruido

3. El papel de la práctica regular en la transformación de la consciencia

4. La relación entre la quietud mental y la capacidad de escuchar la Voz divina

5. Cómo integrar esta práctica en la vida cotidiana sin que se vuelva una carga