Lección 96. La salvación procede de mi único Ser.

 Lección 96. La salvación procede de mi único Ser.

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Profundizando en la lección 96, hay varios aspectos adicionales que merecen atención:


El texto aborda el problema fundamental de la identificación con el cuerpo, sugiriendo que esto es la raíz de nuestro sufrimiento. Cuestiona la posibilidad lógica de ser simultáneamente un cuerpo físico y espíritu: "Si eres lo físico, tu mente desaparece... Si eres espíritu, el cuerpo es entonces el que no tiene ningún sentido en tu realidad." Esta perspectiva invita a una reconsideración radical de nuestra identidad.


Hay una descripción detallada de cómo opera la mente que se cree separada: se percibe "desvalida, limitada y débil... sola y separada, atacada por ejércitos... oculta en la frágil estructura del cuerpo." Esta descripción revela el costo psicológico de mantener la creencia en la separación.


La lección utiliza la metáfora del "puente" para describir el papel del Espíritu Santo: "La salvación procede de Él a través de Aquel que es el puente entre tu mente y Él." Esto sugiere que ya existe una conexión disponible hacia nuestra verdadera identidad.


Hay un aspecto comunitario importante: los tesoros espirituales que acumulamos a través de la práctica "se le dan en su totalidad a todo aquel que lo pida y acepte el regalo." Esto sugiere que nuestro trabajo interior beneficia a todos, no solo a nosotros.


El texto reconoce las dudas que pueden persistir en nuestra mente incluso cuando practicamos: "Tu Ser sabe que hoy no puedes fracasar. Tal vez tu mente siga dudándolo por un rato, pero no te dejes desanimar por ello." Esta compasión hacia nuestras dudas es un aspecto importante de la práctica.


Esta lección nos invita a un cambio fundamental de perspectiva: en lugar de intentar resolver problemas desde la mente separada, nos pide que reconozcamos la fuente de salvación que ya está presente en nuestro Ser verdadero.


La lección 96 del Curso de Milagros profundiza en el concepto de nuestra verdadera identidad y la fuente de nuestra salvación. Permíteme destacar los puntos principales:


Esta lección aborda la percepción dividida que tenemos de nosotros mismos (bueno/malo, amor/odio, mente/cuerpo) y señala que este conflicto interno es la fuente de nuestro sufrimiento. El texto nos indica claramente que estos opuestos percibidos son irreconciliables porque solo uno de ellos es real.


Un punto fundamental es que no podemos resolver problemas que no tienen sentido en el marco en que se plantean. El intento de conciliar lo que somos (espíritu) con lo que creemos ser (cuerpo) es presentado como un esfuerzo inútil - como intentar resolver un problema que no existe realmente.


La lección distingue entre:

- La mente al servicio del espíritu: en paz, llena de gozo y poder

- La mente que se cree separada: desvalida, limitada, débil y temerosa


El texto nos invita a buscar nuestro Ser verdadero mediante prácticas de cinco minutos cada hora, afirmando: "La salvación procede de mi único Ser. Sus pensamientos están a mi disposición." Esta práctica nos conecta con nuestros "pensamientos reales" que hemos negado mientras perseguíamos ilusiones.


Hay una promesa poderosa: cuando encontramos nuestro verdadero Ser, nuestra mente restaurada "podrá fluir de nuevo desde su espíritu al espíritu de todas las cosas creadas." Cada vez que practicamos, añadimos "tesoros" a nuestro "creciente almacén" espiritual.


¿Te gustaría explorar algún aspecto específico de esta lección o cómo podrías aplicarla en tu vida diaria?